lunes, 9 de marzo de 2015

¿Se puede repetir la crisis financiera del 2008 en 2015?


Los gobiernos y sus predicciones para el mercado y la economía

Es un hecho indudable que las predicciones de los organismos estatales son peores incluso que las del mercado. Pese a los esfuerzos del Instituto de Análisis de Política Económica holandés (CPB) por pronosticar el crecimiento económico hasta con decimales, su director Coen Tuelings tuvo que admitir que las previsiones no eran el «punto fuerte» de su institución. Durante los períodos de auge siempre han subestimado el crecimiento, y en épocas de crisis han hecho lo mismo con la contracción. Lo que Teulings quiere decir realmente es que lo que se le da bien al CPB es trazar líneas rectas. Por eso no debería sorprender a nadie que su institución se haya equivocado por completo en quince de sus últimas dieciséis proyecciones de crecimiento del PIB (desde 2010 a 2014).

Otro pronóstico interesante emitido por el gobierno holandés anunciaba un crecimiento de lo recaudado en multas cada año por la Autoridad Holandesa para la Competencia. Al parecer, este organismo lo está haciendo tan mal que el mercado cada vez es más injusto, ya que no por otro motivo se imponen multas.

Las predicciones erradas no son en absoluto patrimonio del CPB. La Reserva Federal de los Estados Unidos no le va a la zaga. En un reciente artículo Lansing y Pyle concluyen que las proyecciones de crecimiento económico de la Fed siempre son demasiado optimistas. El hallazgo ni sorprende ni quizá merezca que se siga investigando más, pero muestra que los economistas y los pronósticos no están hechos los unos para los otros.

La semana pasada se anunció que el crecimiento de la economía estadounidense durante el cuatro trimestre había tenido que ser rebajado un 2,2% anual. Pese a ello Reuters seguía insistiendo en que «la perspectiva de crecimiento económico sigue siendo positiva». ¿Es que no aprenderán nunca?

Indicadores económicos por debajo de las previsiones, beneficios empresariales a la baja

De los treinta y nueve indicadores económicos publicados en febrero, nada menos que treinta y cuatro quedaron por debajo de las previsiones. El Case-Shiller Home Price Index quedó notablemente mejor de lo previsto, pero se trata de un indicador atrasado que va a remolque de los hechos. Asimismo, el número de solicitudes de créditos hipotecarios, un importante indicador de tendencia del mercado de la vivienda estadounidense, resultó peor de lo esperado.

Es más importante el descenso de los beneficios empresariales en los Estados Unidos. La previsión de beneficios ha sido negativa por primera vez desde 2008 (-3,5% con respecto al trimestre anterior). Para ver datos parecidos habría que retroceder a 2008, 2001, 1990 y 1982, y en cada ocasión sobrevino una recesión.

Una bolsa en 2015 más sobrevalorada que nunca

El ratio Q muestra a las claras que la bolsa estadounidense está tremendamente sobrevalorada (un 75% por ahora). Las previsiones de otros indicadores son aún peores, por ejemplo, las cotizaciones en relación con el promedio de los beneficios empresariales a lo largo de los últimos diez años. El ratio precio-beneficios del índice de la bolsa de los Estados Unidos arroja una sobrevaloración del 73%; según otros indicadores supera el 90%. No obstante, estos indicadores no nos dicen cuándo regresarán los precios a «niveles normales». Lo que sí señalan es que invertir en bolsa en este momento es un disparate monumental. A mi juicio volveremos a la normalidad más pronto que tarde, probablemente a lo largo de este año. Al revés que el Algemeen Dagblad, yo sí veo que pueda ocurrir un desastre parecido al de 2008. Los inversores harán bien en prevenirse contra rendimientos bursátiles decepcionantes (negativos) y/o una fuerte corrección del mercado a la baja.

¿Terminó la corrección del precio del oro?

Quizá esperaba usted mejores noticias, pero sospecho que la corrección del precio del oro no ha terminado. El precio del oro puede caer debajo de los 1.200 dólares por onza todavía tras la gran subida de principios de año, pero eso no quiere decir que haya tocado fondo. A lo largo de los próximos meses podríamos ver caídas que nos acercasen a los 1.100 dólares, lo cual sería resultado (entre otras cosas) de la alta rentabilidad de la bolsa (por ahora, pues cabe prever una corrección) y de todo el tiempo que llevamos esperando a que la Fed suba los tipos de interés. Evidentemente, la subida de los tipos por parte de la Fed, la recesión y el desplome de las bolsas van de la mano.

Debido a la reciente debilidad de la moneda europea el precio del oro en euros está más lejos si cabe de tocar fondo, lo cual ofrece una oportunidad de oro para aquellos inversores que estén considerando llevar su cartera hacia los metales preciosos. El inversor inteligente toma posiciones antes de que la masa cambie de rumbo.


Fuente:Oroyfinanzas

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