Los gobiernos y sus predicciones para
el mercado y la economía
Es
un hecho indudable que las predicciones de los organismos estatales son peores
incluso que las del mercado. Pese a los esfuerzos del Instituto de Análisis de
Política Económica holandés (CPB) por pronosticar el crecimiento económico
hasta con decimales, su director Coen Tuelings tuvo que admitir que las
previsiones no eran el «punto fuerte» de su institución. Durante los períodos
de auge siempre han subestimado el crecimiento, y en épocas de crisis han hecho
lo mismo con la contracción. Lo que Teulings quiere decir realmente es que lo
que se le da bien al CPB es trazar líneas rectas. Por eso no debería sorprender
a nadie que su institución se haya equivocado por completo en quince de sus
últimas dieciséis proyecciones de crecimiento del PIB (desde 2010 a 2014).
Otro
pronóstico interesante emitido por el gobierno holandés anunciaba un crecimiento
de lo recaudado en multas cada año por la Autoridad Holandesa para la
Competencia. Al parecer, este organismo lo está haciendo tan mal que el mercado
cada vez es más injusto, ya que no por otro motivo se imponen multas.
Las
predicciones erradas no son en absoluto patrimonio del CPB. La Reserva Federal
de los Estados Unidos no le va a la zaga. En un reciente artículo Lansing y
Pyle concluyen que las proyecciones de crecimiento económico de la Fed siempre
son demasiado optimistas. El hallazgo ni sorprende ni quizá merezca que se siga
investigando más, pero muestra que los economistas y los pronósticos no están
hechos los unos para los otros.
La
semana pasada se anunció que el crecimiento de la economía estadounidense
durante el cuatro trimestre había tenido que ser rebajado un 2,2% anual. Pese a
ello Reuters seguía insistiendo en que «la perspectiva de crecimiento económico
sigue siendo positiva». ¿Es que no aprenderán nunca?
Indicadores económicos por debajo de
las previsiones, beneficios empresariales a la baja
De
los treinta y nueve indicadores económicos publicados en febrero, nada menos
que treinta y cuatro quedaron por debajo de las previsiones. El Case-Shiller
Home Price Index quedó notablemente mejor de lo previsto, pero se trata de un
indicador atrasado que va a remolque de los hechos. Asimismo, el número de
solicitudes de créditos hipotecarios, un importante indicador de tendencia del
mercado de la vivienda estadounidense, resultó peor de lo esperado.
Es
más importante el descenso de los beneficios empresariales en los Estados
Unidos. La previsión de beneficios ha sido negativa por primera vez desde 2008
(-3,5% con respecto al trimestre anterior). Para ver datos parecidos habría que
retroceder a 2008, 2001, 1990 y 1982, y en cada ocasión sobrevino una recesión.
Una bolsa en 2015 más sobrevalorada
que nunca
El
ratio Q muestra a las claras que la bolsa estadounidense está tremendamente
sobrevalorada (un 75% por ahora). Las previsiones de otros indicadores son aún
peores, por ejemplo, las cotizaciones en relación con el promedio de los
beneficios empresariales a lo largo de los últimos diez años. El ratio
precio-beneficios del índice de la bolsa de los Estados Unidos arroja una
sobrevaloración del 73%; según otros indicadores supera el 90%. No obstante,
estos indicadores no nos dicen cuándo regresarán los precios a «niveles
normales». Lo que sí señalan es que invertir en bolsa en este momento es un
disparate monumental. A mi juicio volveremos a la normalidad más pronto que
tarde, probablemente a lo largo de este año. Al revés que el Algemeen Dagblad,
yo sí veo que pueda ocurrir un desastre parecido al de 2008. Los inversores
harán bien en prevenirse contra rendimientos bursátiles decepcionantes
(negativos) y/o una fuerte corrección del mercado a la baja.
¿Terminó la corrección del precio del
oro?
Quizá
esperaba usted mejores noticias, pero sospecho que la corrección del precio del
oro no ha terminado. El precio del oro puede caer debajo de los 1.200 dólares
por onza todavía tras la gran subida de principios de año, pero eso no quiere
decir que haya tocado fondo. A lo largo de los próximos meses podríamos ver
caídas que nos acercasen a los 1.100 dólares, lo cual sería resultado (entre
otras cosas) de la alta rentabilidad de la bolsa (por ahora, pues cabe prever
una corrección) y de todo el tiempo que llevamos esperando a que la Fed suba
los tipos de interés. Evidentemente, la subida de los tipos por parte de la
Fed, la recesión y el desplome de las bolsas van de la mano.
Debido
a la reciente debilidad de la moneda europea el precio del oro en euros está
más lejos si cabe de tocar fondo, lo cual ofrece una oportunidad de oro para
aquellos inversores que estén considerando llevar su cartera hacia los metales
preciosos. El inversor inteligente toma posiciones antes de que la masa cambie
de rumbo.
Fuente:Oroyfinanzas
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